Atalaya



Cuando hablo mucho me da ganas de vomitar, básicamente, siempre tengo ganas de vomitar. Además, no entiendo por qué los vendedores se empeñan en engañarme, cuando estoy muy paranoica me imagino que hacen reuniones nocturnas y determinan las mejores estrategias para venderme gato por liebre, y hasta creo que se otorgan premios al más original. No sólo eso, sino que mucha gente, pero mucha gente, me ha preguntado si no había pensado en dedicarme a ser asesina serial. Mi mente no alcanza a comprender si es que el mundo esta al revés o si soy yo la que anda confundida por la vida tratando de comer fideos con un martillo. Yo creo que la idea es simple: no le rompas las bolas a los otros y tus bolas no serán rotas, pero evidentemente no es ley general. No voy a negar que mi pulsión asesina se encuentre latente (que hablas boludeces si no matás ni a una mosca, además sos ecologista y te bañás rápido para no agotar los recursos naturales). En fin, si la intuición y los paradigmas existentes no me fallan, esta noche no podré dormir pensando en lo incorregible de mi personalidad, en que tengo que empezar la dieta y en los cigarrillos que no debería haber fumado. Por otro lado, trataré de convencerme de que hay otras muchas cosas que valen la pena y que no es mala idea la de matar un par de personas. Confieso que siento presencias que me rodean (es gente nena) y que en vez de evolucionar, involuciono hacia la simpleza de la despreocupación patológica. Esto no significa, no obstante, que no esté preocupada por el futuro de mi humanidad, simplemente, me dedico a criticarme por no manejar el don de la mesura, por extralimitarme en mis exposiciones a los rayos ultravioletas y por ser incapaz de volver a comer garrapiñadas después de ver al señor del puesto soplando la bolsita para poder llenarla del delicioso contenido.

6 comentarios:

NFS dijo...

Ajáaaa, descubrí tu veta evolucionista! :D Te quieeeero.

(más allá del chiste, me encantaron estas palabras... no puedo dejar de sentirme identificada con ellas.)

Anónimo dijo...

Estos dos últimos textos son imparables, y no le diré impagables porque eso nunca se sabe, nunca se sabe. Ahora bien, me ha dejado con un gran interrogante: ¿no es lo mismo bañarse cada dos o tres días, para no agotar los recursos naturales?

Reverenciolá.

Sol dijo...

Me encantó y, como Nuri, me siento muuy identificada (será una de las muchas cosas que nos hacen ser amigas).
Lo suyo, mi querida, cada día mejor.
Besos y amor

Pili (Como Cher...) dijo...

nuria, a ver, dudabas de mi clara inclinación evolucionista líneal y simplista, ecologista, determinista, positivista, empirista y cuantos insultos al progresismo más se te ocurran?.
LaNaïfa, su halago es siempre bien recibido, pues la calidad de los lectores no es cosa menor. Por otro lado, esta bien que sea medio ecologista (pero tampoco la boludez), lamentablemente soy una pequeña burguesa o hamburguesa que goza sobremanera las ventajas de la "civilización".
Sol, otro halago bien recibido, y lamento decirte que somos amigas porque soy irresistible, nada más.
Besos para todas.

Alied dijo...

Pili... ¿que pasó con el cambio de imagen del blog?...algo en especial?
Un beso.

Pili (Como Cher...) dijo...

Alied: para nada, renovando, dejando volar la imaginación.
Un beso.

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