En Calzones. en 22:19

Albricias!!! Siempre imaginé que eso habían gritado los descocados damos antiguos y las patricias o sandras o martas (que se yo) el día de la Revolución de Mayo. Todos juntos y al unísono gritando Albricias!!! mientras revoleaban peinetones y escarapelas por el aire, luego los abrazos, los pianos y la lluvia. Que mal debían oler, pero albricias al fin por las pseudos revoluciones en calzoncillos largos. Punto, contrapunto y a demostrarnos que nuestros principios están donde deben estar, que los tenemos fuertemente asidos por el frente y la retaguardia, y al que quiera contradecirme le caerá aceite hirviendo en los ojos. Irreverentes contratiempos que se afanan en hacerme chistes de mal gusto, y me puse poética, guarda que me agarra y entro a derribar héroes a pura llave del sueño. Es verdad, yo no soy Mariquita, pero al que quiera le canto el himno. Y los paraguas!!!, justo tenía que llover, con lo que odio la lluvia. Primero me matan a Dios, después me borran al hombre, y ahora se les dio por afirmar que no existe la verdad, esto es como una de esas pesadillas en las que te quedas en bolas en algún lugar muy concurrido. Pero bueno, es lo que hay (dirían los viejos), y si piba es lo que hay: unas albricias, unos paraguas, unas martas, unos peinetones y un par de revoluciones que me aguardan quietitas atrás del aloe vera.