Amor Platónico


Esos ojos que jamás me miran a mi,
ni siquiera me conocen.
Los míos, sin embargo, te adoran profundamente.
Tantas veces te miraron, te buscaron...
Tu no sabes que existo, aunque lo sospechas.
Yo, de vez en cuando, recuerdo tu presencia,
alegre invoco tu rostro, tu gran sonrisa,
tu inmensa presencia, tu aroma...
Ignoras mi idolatría y por eso sufro.
Admiro cada uno de tus pasos,
y tu admites la posibilidad de encontrarme
en alguna esquina, en alguna ciudad.
Y mientras más te llamo a mi lado,
tanto más te encerrás en tu mundo.
Y esos ojos que jamás me miran a mi
se vuelven temblorosos hacia otro lado,
y aunque sospechan mi existencia
se cierran tras el reflejo incómodo del sol.

2 comentarios:

Erica dijo...

Hermoso!!! Es tuyo? Me encantó!!

Y si probamos con un poco de indiferencia?

Pili (Como Cher...) dijo...

Si Erica es mío, de hecho gracias a Talita me metí en el mundo Blog y lo tomé como una manera de obligarme a escribir, lo cual me apasiona pero a veces me dejo estar.
Me alegro mucho que le haya gustado y espero que le sigan gustando lo posteos siguientes.
En cuanto a lo de la indiferencia, debería, pero soy demasiado ingenua para los menesteres del amor.
Saludos.

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