Un saludo al pasar, una cena en cualquier lugar, un sueño tormentoso que te recuerda con celo aquello que deseas olvidar y una muerte lejana que te golpea sin prisa desde el oeste. Usted debe comprender (y esto es una orden) que la vida cotidiana es justamente el acostumbrarse a este tipo de cosas, que a medida que pasa el tiempo nos convierten en quienes somos. Cada gota de sangre y cada sentimiento que corre por nuestras venas son hijos legítimos de cada hecho grande o pequeño que nos ocurrió y que nos ocurre.
Aunque muy pequeña para recordar específicamente la muerte de mi padre, mi mente ha creado una serie de detalles con un nivel de particularidad que, sin lugar a dudas, no son más que un invento, pero mi invento. La imagen de un hombre fuerte e inteligente, bastante ingenuo pero original en sus ilusiones, con una gran barba que enmarcaba su mandíbula y un pésimo don para elegir entre opciones bipolares, con una gran esperanza en los incontrastables dogmas metafísicos y mucho terror a la soledad, al silencio de la reflexión. Supongo que así era, por lo menos para usted y para mí no caben dudas que era así.
Entenderá que su muerte se encuentra algo confusa en mi memoria, tan sólo recuerdo una increíble cantidad de gente deambulando por mi casa, tocándome amistosamente la cabeza y a mi madre con una cara que no le pertenecía. –Un accidente mi amor- escuché que le decía mi abuela, tan entera y estoica como siempre. Todos miraban a cualquier lado menos hacia el correcto, nadie observaba aquel rincón color marrón donde solíamos reunirnos a escuchar el mar golpear contra el viento. Todos caminaban, pero nadie lo hacía en dirección adecuada. Todos hablaban, pero nadie decía la verdad. Y yo, yo miraba para todos lados tratando de entender por qué mi mundo olía tan feo, por qué de repente todo se había vuelto color gris y por qué seguiría así por mucho más tiempo de lo humanamente soportable.
Aunque muy pequeña para recordar específicamente la muerte de mi padre, mi mente ha creado una serie de detalles con un nivel de particularidad que, sin lugar a dudas, no son más que un invento, pero mi invento. La imagen de un hombre fuerte e inteligente, bastante ingenuo pero original en sus ilusiones, con una gran barba que enmarcaba su mandíbula y un pésimo don para elegir entre opciones bipolares, con una gran esperanza en los incontrastables dogmas metafísicos y mucho terror a la soledad, al silencio de la reflexión. Supongo que así era, por lo menos para usted y para mí no caben dudas que era así.
Entenderá que su muerte se encuentra algo confusa en mi memoria, tan sólo recuerdo una increíble cantidad de gente deambulando por mi casa, tocándome amistosamente la cabeza y a mi madre con una cara que no le pertenecía. –Un accidente mi amor- escuché que le decía mi abuela, tan entera y estoica como siempre. Todos miraban a cualquier lado menos hacia el correcto, nadie observaba aquel rincón color marrón donde solíamos reunirnos a escuchar el mar golpear contra el viento. Todos caminaban, pero nadie lo hacía en dirección adecuada. Todos hablaban, pero nadie decía la verdad. Y yo, yo miraba para todos lados tratando de entender por qué mi mundo olía tan feo, por qué de repente todo se había vuelto color gris y por qué seguiría así por mucho más tiempo de lo humanamente soportable.

6 comentarios:
En estos casos nada de lo que se diga sirve, sólo se puede acompañar en silencio.
Besos
le dejo un abrazo y siga escribiendo, hay veces que lo único que se puede hacer es escribir.
beso
Qué bonito, nena! Me disparó un montón de imágenes mentales, miles. Lo imaginé todo. Pero no eras vos, era otra cosa (aunque la descripción del padre... no sé, me parece que era un poco así, ¿no?).
Te quiero mucho.
Erica, a veces la gente dice palabras de más.
Talita, a veces lo único que YO puedo hacer es escribir.
Nuria, usted sabe que no siempre escribo sobre mí, pero mi papá era como el de la niña que habitaba en Baxus.
Saludos a las tres.
Increible y siempre tan lleno de colores perfectamente seleccionados...
Ando un poco a des-tiempo...
Genera y trae fuertes imágenes a mi mente
Coincido completamente con Chanina
Publicar un comentario