He escuchado demasiadas cosas estos últimos días, demasiadas innundaciones (lagunas sería bondadoso) mentales, demasiados vómitos purulentos e incoherentes que se burlan del buen gusto y de la inteligencia, sobre todo de la inteligencia, eso que como occidentales civilizados enarbolamos. Argumentos insostenibles languidecen en bocas injuriosas, en bocas que se otorgan el derecho de decidir y de insultar. Las mayorías han hablado, dicen, y cuantas cagadas también se han mandado las mayorías en épocas no tan lejanas, las mayorías votaron gobiernos que nos desvalijaron, las mayorías quedaron y quedan calladas ante gencidios del presente, las mayorías vacian sus mentes y las mayorías se equivocan. Sin embargo, no considero éste un motivo que valga como contrargumento de nada, sólo un llamado de atención hacia los que si usan este hecho como determinante para sostener dichos que alguien una vez escuchó por ahí. Enfermedad, aberración, degeneración... palabras que en los últimos días parecen brotar sin prejuicios, sin consecuencias... otra vez las palabras dichas sin temor de lastimar, de dañar, de herir, de segregar, de separar lo "correcto" y lo "incorrecto". Yo podría mandar a la mayoría a leer un poco, a aprender de nuestra historia como sociedades, sobre la cultura, sobre linguística, sobre la construcción de sistemas simbólicos, incluso sobre el surgimiento del derecho y eso no sería suficiente. Desnaturalizar nuestros preconceptos... desnaturalizar qué? frente a barbaridades como que la homosexualidad fomenta la droga, no Señores, los narcotraficantes fomentan la droga. Cuanta confusión, cuanta demonización gratuita e ignorante, cuanto amarillismo que ya se nos hizo costumbre y cuanta liviandad al expresar opiniones sin contenido.
Aquí no sólo se discute el matrimonio entre personas del mismo sexo, ésto es más profundo y más terrible, más oscuro, ésto pone evidencia la forma en que nos constituimos como seres frente a los otros y como comunidad al interior mismo. No tengo ganas de tener que decirle al mundo lo buena que soy y las cosas que hago para que vean que soy una ciudadana ejemplar, me cansa y no me gusta, yo no tengo que demostrarle nada a nadie, no tengo ganas de ponerme en la posición de juzgada. Por qué?.
Cuantas ganas de casarme con una cabra que me entraron de repente.

10 comentarios:
Bien ahí, Pili, ya sabés.
Comentaba con alguien que una vez me llamaron la atención sobre la costumbre de muchos, al reivindicar un derecho no reconocido, la costumbre de ensanchar pecho y declarar "yo también pago impuestos". Esa frase, solita, dispara a discreción...
Abrazo!
Muy bueno Pili. Estos últimos días hemos escuchado tantas idioteces... Lo peor es que una empieza riéndose ante tanta ignorancia, pero al final el desgaste y la tristeza termina por invadir.
Beso
LaNaïfa: a decir verdad prefiero leer opiniones mas lúcidas y aprender de ellas, pero la verdad es que sentía que algo tenía que decir, aunque sea esto, no se estoy embolada... Que Ricardo Fort, que el Mundial, que tantas boludeces que se andan manoseando por ahí, y ahora esta ofensa a nuestra inteligencia...
Erica: no entiendo, ese es mi mayor problema, me cuesta mucho ponerme en el lugar de determinadas personas, mi error, no se.
Besos Mujeres.
En el lugar de determinadas personas ¡menos mal que no podes ponerte! Eso habla muy bien de vos.
Del resto, ¿qué decir? Creo que ya me quedé sin palabras ante tanta necedad e hijaputez.
Abrazo
buenisimo.
si las mayorías fueran ley, estos señores deberían hacerse budistas. 6000 millones de chinos no pueden estar equivocados, no es así?
besos
Sol: sin palabras, sin ganas, yo no tengo nada que decir.
talita: y hablar chino, definitivamente...
Besos.
Con una cabra se refiere a una capricorniana ??
Si es así avise.
La Agartija: me refería a una cabra literalmente, pero... nunca se sabe, jajaja.
Claro... y bue... vaya al corral y búsquela a Déborah. :-)
La Agartija: jajajajaja...
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