Puede Ser. en 23:06

Estado de liviana inconcencia malinterpretada por una tipa irresponsable, o sea yo... No hace falta que indague demasiado en mis acostumbrados cortes y quebradas abruptos, que más puedo decir. No voy a cometer mis propias indiscreciones, ni voy a murmurar en el pasillo mis aburridos pormenores. Me reservo el derecho de admisión y permanencia del dramatismo per se. A saber, no cometeré actos puros; miraré a la mujer de mi prójimo; pecaré de gula, de lujuria y de ira; usaré el nombre de Di@s en vano y adoraré falsos ídolos paganos, léase becerros de oro montados en algún desierto de por ahí... Si alguién tiene algo para decir le aconsejo que guarde silencio, no me gusta que me critiquen y menos en mi cara. En fin, en el resplandecer infinito de una búsqueda inducida, pero en algo hay que gastarse el tiempo, va eso dicen...