El pasado jugaba a sus espaldas. Saltaba, cantaba y se movía velozmente cuando Andrés trataba de voltear la cabeza en su búsqueda. Era imposible para aquel viejo recordar el motivo que lo estaqueaba en ese punto fijo del paisaje. Por momentos algo parecía darle brillo a sus ojos, pero pronto volvían a opacarse y a posarse sobre el gran árbol que recibía a los pasajeros deseosos de alejarse de aquel lugar, pero no Andrés.
Ese viejo ajado me daba lástima. Sin embargo mi impaciencia me sometía. Esa estación sin cabeza me irritaba, pero era el paso obligado si quería salir. Era el umbral que mi juventud debía cruzar si deseaba alejarse de un lugar que ya no alcanzaba. Andrés era diferente, él necesitaba quedarse en ese andén para poder salir. El viejo estaba cansado y yo lo despreciaba. Sospecho que su problema era esa tendencia indeclinable hacia un absolutismo ciego. Una polaridad casi enferma, un debate sordo entre dos partes completamente opuestas que se disputan la victoria, y en el medio, nada. Y a mi me gustaba la idea de no matizar las grandes verdades del universo, sin embargo, la vida real parecía más un degradé de colores, que una puja entre blanco y negro...
Ese viejo ajado me daba lástima. Sin embargo mi impaciencia me sometía. Esa estación sin cabeza me irritaba, pero era el paso obligado si quería salir. Era el umbral que mi juventud debía cruzar si deseaba alejarse de un lugar que ya no alcanzaba. Andrés era diferente, él necesitaba quedarse en ese andén para poder salir. El viejo estaba cansado y yo lo despreciaba. Sospecho que su problema era esa tendencia indeclinable hacia un absolutismo ciego. Una polaridad casi enferma, un debate sordo entre dos partes completamente opuestas que se disputan la victoria, y en el medio, nada. Y a mi me gustaba la idea de no matizar las grandes verdades del universo, sin embargo, la vida real parecía más un degradé de colores, que una puja entre blanco y negro...

2 comentarios:
Se empecina en partirme la cabeza. No me haga pensar tanto que soy vaga y mi cabeza empieza a funcionar el miércoles y finaliza el jueves entrada la madrugada.
Igual paso y le dejo un beso.
Caro, parece que me empecino nomás.
Gracias por pasar.
Otro beso para usted.
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