Mascotas Descontroladas.


Una vez más la Lemon Pai nos guía por el camino de la sabiduría.

Libro Octavo. Capítulo 3.
“Manejo de mascotas descontroladas”.

Encontrábase La Lemon Pai sentada en un placita de Parque Chas impartiendo sus enseñanzas, cuando un niño se acerca y trata de tocarla. La madre del pequeño, horrorizada, se acerca y le grita: “No toques a esa pordiosera infecta que te vas a contagiar la fiebre porcina”. La diosa, con la templanza que la caracteriza, observa al niño y a su madre y les dice: “Sacame este pibe de acá que no me banco a los hombres de menos de 18 años…”.
Luego del desafortunado episodio La Lemon, como la llaman los íntimos, congrega a las personas a su alrededor y les cuenta la siguiente parábola:
“Jeremías era un hombre que gustaba de la soledad. Y si bien era sumamente respetuoso de las escrituras y de las leyes sagradas, su interacción con el resto de los feligreses era inexistente. Jeremías tan sólo acudía a los encuentros semanales porque era correcto hacerlo y así se lo había enseñado su madre. Sin embargo, nunca había ayudado a ninguno de sus hermanos o hermanas.
Una tarde, mientras Jeremías caminaba por puente La Noria, en su habitual recorrida en busca de un suculento choripan, se encuentra con un amigable gatito que con ojos tiernos y barriga flaca lo empieza a seguir.
“No me rompas las pelotas gato de mierda, salí de acá”.
Pero el gato insistía. Jeremías sin poder sacarse al felino de encima, lo mete adentro del bolso y se lo lleva a la casa.
Le acondiciona un hermoso rinconcito de la cocina. Le compra la comida de mejor calidad, una remera de Boca Juniors y un delicado almohadoncito con una foto de Bandana. Pasan los días y Jeremías y el gatito eran cada vez más amigos. Compartían el Whisky y él le compro una guitarra.
Un día Jeremías es invitado a la casa de un amigo a comer y debe dejar sólo a su compañero. Le llena el plato de comida y parado en el marco de la puerta lo saluda agitando la mano derecha. Luego de un lindo día en compañía de sus amigos, Jeremías vuelve a su casa deseoso de ver a su estimado. Abre la puerta, y para su sorpresa, la casa estaba completamente vacía, ni el marco de la puerta le habían dejado.”
Al terminar el relato La Lemon Pai, envuelta en su soberbia túnica, se levanta y mirando a los presentes dice:
“Nunca te llevés un gato desconocido a tu casa”

14 comentarios:

Sol dijo...

"Sin tí no soy ni seré más que un montón de nada"
Gracias Pastora Pili por su infinita iluminación (en bombitas de bajo consumo)

Chanina dijo...

Por eso LA LEMON ES LA LEMON.... que parabola mas cierta, Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya

Pili (Como Cher...) dijo...

Amén.

Anónimo dijo...

Es que el gato no se ata.
Y tampoco desata nudos.

Caro dijo...

Me habían comentado que los gatos caros, los que comen salmón como si fuera un alimento balanceado, podía dejar a cualquiera en la calle.. Pero nunca me habían advertido sobre los gatos callejeros, baratos.
Mis saludos a la Lemon por sus sabias enseñanzas.
Y saludos para ud, su fiel discípula.

NFS dijo...

Absolutamente sublime.

Amén.

Pili (Como Cher...) dijo...

Fer, que suerte para el gato.
Caro, no estimada, los gatos baratos también te dejan en la calle.
Nuria, Gracias.
Saludos Mujeres.

Anónimo dijo...

Me hacés acordar el pastor de cha, cha, cha... jajajaja... El sketch de "Todos en capilla"...Sos genial Pili... Bien que mi pseudo piropo de "dulce" y tu pseudo defensa de "ácida" inspiróte, hermana Lemon...
$$$

Anónimo dijo...

Pastora Pili: I want to believe!!!!!!!!!!!

Sol dijo...

Me sentí muy identificada con este posteo, lo confesé ante la Pastora y ella me dijo: "es que vos llevás gatos desconocidos a tu casa"
Es verdad, callejeros y desconocidos pero ahora aprendí.
Aleluyaaa, alelu, aleluyaaa, gloria a la Pastoooraaa, aleluya!

Pili (Como Cher...) dijo...

Ana, la inspiración viene de todos lados y de ninguno. Obvio que esto se lo afané a Peperino Pómoro (o te pensás que soy tan genia????). Crea nomás, Scully le va a decir que no, pero hágale caso a Mulder.
Sol, vos ya sabés lo que tenés que hacer para que no te pasen esas cosas que te pasan, ojito a quien te metés adentro del bolso. Por lo siglos de los siglos... Gloria.

Anónimo dijo...

Quisiera que Scully me dijera que si, pero bueno, esa es mi bendita suerte...

Anti dijo...

Tenés que escribir la biblia de la lemon pai! algo así como una biblia pero de tiempos modernos jaja
Saludos!

Pili (Como Cher...) dijo...

Ana, Scully nunca dice que si.
Etereo Desliz, dame tiempo y saco una biblia de tres tomos, "Principios Posmodernos, La Lemon Pai"
Saludos.

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