Invitación. en 22:47

Tus manos pasan atrevidas por entre tus cabellos.
El viento juega con la cintura de una vereda.
Aquel auto levanta el polvo de un muerto cualquiera.
Suspiros de otras personas se acercan irreverentes.
Los edificios observan callados el transcurrir.
Mis ojos te buscan a mi lado.
Tal vez la pretensión de ser aquello que no soy coquetea con mi realidad y la dejo que entre. Pasea por mis alrededores, se acomoda en un rincón y el viento sigue jugando, pero con los muslos ahora.
La invito a quedarse de manera permanente. La alimento, la abrigo y la cuido, ahora los edificios me hablan de lugares extraños.
Y un día decidió irse, y junto con ella tus cabellos y mis ojos, ya no hay autos que pasan, tampoco suspiros, ya no hay nada.
Sólo el rincón vacío.