Hoy me senté a escribirte y mi mente voló por lugares insospechados, es paradójico, pues cuando para ti escribía las palabras brotaban de mi interior como un manantial.
Esta tarde es diferente, algo ha cambiado y no puedo comprender la fuerza que me empuja a los límites de mi propio continente.
¿Acaso tus ojos han cambiado?
De ninguna manera, siguen siendo hermosos y profundos como la primera vez que los vi.
¿Son tus labios diferentes?
Ni por un instante he notado diferencia alguna con aquellos labios que antaño besé.
¿Es entonces tu cabello el que luce de otro modo?
Amor mío, tu cabello aún es el colchón donde deseo descansar más tiempo del necesario.
¿Son, pues, tus palabras que ya no suenan dulces a mis oídos?
Cómo hacer semejante pregunta, tus palabras son más estimulantes que nunca y la melodía de tu voz estremece la base de mi nuca.
¿Es tu presencia la que oscurece mis sentimientos?
Maldita la hora en que pude pensar que el aroma de tu presencia podía molestarme, pecado mortal el que ingenua cometí, pues yo sé que tu ser es suficiente para mí.
Oh Amor, he comprendido que nada a ti puedo reprocharte, ni tus labios, ni tus ojos, ni tus cabellos, ni tus palabras y mucho menos tu presencia.
Esta noche sigo sin poder escribirte.
Esta tarde algo ha cambiado, yo he cambiado.

9 comentarios:
Ahhh genial! Como Siempre...
Has tocado mis fibras mas intimas... me vino como anillo al dedo...
Me alegro haber tocado algo tan íntimo.
Besos.
Mi queridísima amiga, lo suyo es sublime.
Gracias solcito.
Besos.
Pili:
Logró que cada una de sus palabras se hayan representado en mi vista.
Lindísimo. La felicito.
Saludos
Muchas Gracias Caro, me alegro que se le haya representado algo, sabe es el mejor halago que se le puede decir a alguien que tiene la pretención de escribir.
Me mataron con lo de los consejos, espero que usted haya comprendido lo que quise decir.
Saludos.
Pili:
Sí, se entendió perfectamente. No la mataron, todo ha sido un juego.
Se agradece la buena onda.
Saludos
Ey Pili, nadie la mató eh? Todo fue con buena onda, yo opiné, es cierto, es que odio la histeria, mezclada con la soberbia es letal para el enamoramiento...
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