Catarsis.

Sentada en una envolvente oscuridad la pantalla del cine se erige imponente frente a mí. Con un sentimiento de angustia y un poco de hastío caí, como lo hago cada vez, en la búsqueda desesperada de la evasión más dulce posible. Entré en la sala con la esperanza de encontrar un bravo tumulto de gente tranquila que me acompañara en el sentimiento de desazón, y que juntos o no, compartiéramos una simple intención: dejar un par de horas nuestros puestos en la trinchera y ser los generales que desde la tienda de campaña dilucidan la estrategia más adecuada para vencer al maligno enemigo. Y mientras la película empieza a rodar mi estómago se estremece de solo pensar las posibilidades que la ficción me ofrecerá, mi corazón comienza a palpitar velozmente. Me interno alegre en la fantasía de la transfiguración. Sueño, amo, sufro, me altero al ritmo de unos pasos tan lejanos, pero tan cercanos y sobre todo me alejo cada más de mí para acercarme a una exaltación ilusoria de lo que podríamos ser cada uno de los que estamos sentados frente a ese conjunto de imágenes cargadas de un significado, mágico quizá, pero seguramente terrible y digno de temor por su infinito poder. Los reflejos distorsionados, y sujetos a libre interpretación, de lo que debería ser pueden confundirnos de tal modo que las decisiones, los sentimientos en incluso nuestra conciencia pierdan su débil equilibrio con el ambiente volviendo nuestra vida una fuente inagotable de percepciones oscuras que nos someten a una angustiosa existencia.
Aunque la película haya terminado, la confusión me atormentará por unos días hasta penetrar insistentemente en mi interior y adquirir el valor de verdad, de meta a alcanzar, mezclada con todas mis construcciones, consumiéndome sin apuro. Como yo lo consumo a usted, con necesidad.

3 comentarios:

Artus dijo...

La frase última: "Como yo lo consumo a usted, con necesidad". Realmente es inquietante. No deja de dar vueltas en mi cabeza.
Seguiré leyendo.

Saúdos, damita.

Pili (Como Cher...) dijo...

Artus, Gracias por pasarse por aquí siempre. El posteo anterior fue sólo un perecer, supongo que surgido un poco de la bronca que me dio lo de las flias. de La Orqueta, pero lo que más me molestó fue la actitud del Intendente creo que es eso lo más reprochable y que como sociedad no deberiamos aceptar bajo ningún punto de vista. En cuanto a la frase, a mi también me dejó pensando, ya que muchas veces aplico la escritura libre y desùés trato de explicarme a mi misma mis propias palabras.
Ya veremos que pasa, para mi también es una incógnita.
Caballero, un gran saludo.

NFS dijo...

Me fascinó, nena. Y la frase final se lleva todas las flores: "...consumiéndome sin apuro. Como yo lo consumo a usted, con necesidad."

Te quiero, hermosa :)

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